Niebla, Miguel de Unamuno

lunes, 27 de octubre de 2008

Creo que Miguel de Unamuno vivió en constante crisis existencial. Una crisis que podría definirse por una continua búsqueda de la verdad: en Dios, en el mundo, en la religión (que no necesariamente debe asociarse con Dios) en la filosofía y un largo etc. Búsqueda de la verdad hasta en el fondo de las palabras, las cuales usaba en su sentido primero y no con los sucesivos cambios semánticos. Hay un caso paradójico, La Agonía del Cristianismo, en el que se le quiso formar proceso y él dijo que agonía, en griego, significa lucha que es lo que él estaba mostrando en aquel libro. En un cuento leído en clase la paradoja y esa búsqueda continua de la verdad última de las cosas, de las palabras, de...se dejaba ver constantemente.
Luego, para ir entrando en Niebla, la angustia de unos seres bajo un hado extraño que a la larga decide sobre ellos, a toda costa, sin importarle nada. Esa angustia, la duda de si existe ese fatum, si ese fatum es bueno, malo o regular atormentó a don Miguel hasta sus últimas obras como deja traslucir muy bien en San Manuel Bueno Mártir. ¿Cómo hace un cura descreído, en crisis, para que el resto crea? San Manuel duda de la existencia de alguien allá arriba que guíe los destinos del hombre y siente la angustia vital de su autor.
El final de Niebla, supongo, es más conocido que su comienzo y sin embargo la mezcla entre ficción y realidad comienza desde el principio, con el prólogo de Víctor Goti, a quien Paloma Díaz Mas hizo una biografía. Víctor Goti es ya una creación de Unamuno, como lo será Augusto Pérez, pero ya su autor, su dios, los maneja a su antojo jugando con los lectores.
Niebla es una novela expresionista y completamente nueva. Huye de los cánones de la novela realista y naturalista y el narrador no sólo es omnisciente sino que termina participando en la obra.
Niebla es, en palabras del propio autor, una Nivola y Unamuno en el prólogo de esta obra dice
"[...] He oído también contar de un arquitecto arqueólogo que pretendía derribar una basílica del siglo X, y no restaurarla, sino hacerla de nuevo como debió haber sido hecha y no como se hizo. Conforme a un plano de aquella época que pretendía haber encontrado. Conforme al proyecto del arquitecto del siglo X. ¿Plano? Desconocía que las basílicas se han hecho a sí mismas saltando por encima de los planos, llevando las manos de los edificadores. También de una novela, como de una epopeya o de un drama, se hace un plano; pero luego la novela, la epopeya o el drama se imponen al que se cree su autor. O se le imponen los agonistas, sus supuestas criaturas. Así se impusieron Luzbel y Satanás, primero, y Adán y Eva, después, a Jehová. ¡Y ésta sí que es nivola, u opopeya o trigedia! Así se me impuso Augusto Pérez. Y esta trigedia la vio, cuando apareció esta mi obra, entre sus críticos, Alejandro Plana, mi buen amigo catalán. Los demás se atuvieron, por pereza mental, a mi diabólica invención de la nivola. Esta ocurrencia de llamarle nivola –ocurrencia que en rigor no es mía, como lo cuento en el texto– fue otra ingenua zorrería para intrigar a los críticos. Novela y tan novela como cualquiera otra que así sea. Es decir, que así se llame, pues aquí ser es llamarse. ¿Qué es eso de que ha pasado la época de las novelas? ¿O de los poemas épicos? Mientras vivan las novelas pasadas vivirá y revivirá la novela. La historia es resoñarla."

Niebla, cuenta, en principio la historia de Augusto Pérez, enamorado de alguien, que termina perdiendo y, por ello, perdiendo el sentido de la vida. Y es entonces cuando se revela contra su autor en un genial giro de Unamuno. El personaje establece un diálogo con su creador, como lo hace un ser humano con dios y se plantea las cosas que normalmente el ser humano se plantea cuando habla con dios. Y se plantean algunos de los tópicos unamunianos sobre la existencia y sobre todo uno que a mí, ya lo dije, me parece fundamental: somos marionetas en manos de un ser supremo injusto que hace con nosotros lo que quieres o qué somos en definitiva. Es el problema de Unamuno que pone en voz de Augusto Pérez que se siente traicionado por su creador al no poder alcanzar sus anhelos más profundos como por ejemplo en el amor.
Creo que la historia importa, pero no es lo fundamental en Niebla, me parece más importante el fondo y lo que Don Miguel nos quiere trasmitir...
Años más adelante, Ramón del Valle Inclán en Luces de Bohemia hará algo parecido, mirar a sus personajes desde lo alto más absoluto y convertirlos en sombra de personaje con los que hacer a su antojo absolutamente.
El siglo XX, como quien dice, comienza así a cambiar el fondo de la novela: en Niebla será un diálogo entre personaje y autor, pero más adelante sreán novelas sobre la novela, como El Novelista, de Gómez de la Serna, ensoñaciones que se mezclan con la realidad como Imán de J.Sénder, entre otras muchas. Creo que Niebla quiere abrir el camino a una nueva concepción del arte alejada de los rígidos estereotipos de la novela del XIX y además es una vez más la búsqueda de respuestas metafísicas que necesita Unamuno y que no encontrará, aparentemente jamás, porque cuando en 1931 publica San Manuel, sigue preguntándose lo mismo

9 pensamientos:

Katrina Van Dassos dijo...

Sublime. Este libro estaría en mi TOP-TEN si me obligaran a hacerlo.
La edición que leí fue la de Cátedra y la verdad es que la introducción al autor, su obra y la Nivola en particular me pareción más que interesantísima. Resaltaba la evolución en cuanto a la consciencia del personaje sobre sí mismo. Primero los monólogos con el perro, luego los diálogos con otros personajes, la duda de su propia existencia y finalmente el atravesar la línea para enfrentarse al autor y tomar las riendas de su "vida".

La agonía del cristinanismo era una de las lecturas propuestas para hacer un trabajo de filosofía este último año. Sin embargo decanté por El Héroe y El Discreto de Baltasar Gracián. Así que ese no me lo he leído (aún).

Y en cuanto a Unamuno, me encantan dos anécdotas:
1) La primera, cuando impartiendo clase pronunció Shakespeare según la fonética española, un alumno se rió de él y continuó dando la clase íntegramente en inglés. Recuerdo que algún profesor nos la comentó en clase (tras una pronunciación parecida). Pero sospecho que sólo fue una amenaza y no era capaz de dar toda la clase en inglés como Don Miguel.
2) La segunda es cuando le tuvo que salvar La Collares (esposa del General Franco) tras su discurso en Salamanca respondiendo al discurso del general Millán Astray. Éste (Millán Astray) atacó a Vascos y Catalanes llamándolos "cánceres en el cuerpo de la nación" y lanzando gritos de "Viva la Murte". Miguel, dándose por aludido replicó. A su réplica contestaton con un "¡Abajo la inteligencia!" y finalmente Unamuno concluyó con: "Este es el templo de la inteligencia. Y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho." Tras esto salió escoltado (y protegido) con la Collares colgada del brazo y posteriormente sentenciado a arresto domiciliario.


Grandioso, Digo, grandioso.

Katrina Van Dassos dijo...

donde dije Digo..

digo Diego.

Anonimus Prime dijo...

Gran blog con un gran trabajo y desarrollo.

A este paso, conseguirá que me culturice.

Anonimus Prime

AliciA dijo...

Hala!

Este blog es el papá sesudo del mío!!

Espero que te pases, aunque entiende al público al que va dirigido: no especialistas como nosotros, sino lectores habituales.

Iré siguiéndote aquí (a Mari Mar es imposible seguirla, por lo que parece ;)

Anónimo dijo...

Que profundo si señor, me encanta.

www.miscosotas.blogspot.com

LUIS ROSER RODRIGUEZ dijo...

Hola Diego, que tal majo?...no sé que decirte yo también comenté NIEBLA de Unamuno en mi blog....pero lo que tu dices...la verdad te felicito has hecho unas comparaciones y unas semejanzas, Muy bien Diego. Un diez.
Genial cono tú dices Cuando el personaje se le revela al propio Unamuno... un giro estupendo y más en aquellos tiempos escribirlo.

Un saludo, siempre es un placer leerte Y la Duda Diego siempre la eterna duda....

Veo que Katrina ha comentado el capítulo de Unamuno con la collares, muy bueno, yo también lo hice en el blog

Anónimo dijo...

Gostei tu blog.
Carlos
Portugal

lys dijo...

Me gusta el haber descubierto tu blog, me encanta la lectura, he leído Niebla, esta entre mis muchos favoritos.

Te dejo un beso y la promesa de volver

BRILLI-BRILLI dijo...

Muy buena entrada,te felicito.Una buena clase de cultura para esta tarde.
Besetes